Cuando vivimos en un monoambiente de tamaño reducido, generalmente el espacio es insuficiente tanto para guardar todo lo que necesitamos como para tener una gran cantidad de muebles. Para resolver esta dificultad, el ingenio es la herramienta más efectiva.
A la hora de elegir la cama tenemos por lo menos tres o cuatro opciones básicas:
- el futón: actúa como sillón y como cama rebatible;
- la cama con sommier doble: el colchón se apoya sobre una estructura muy sólida de base y conforma una unidad visual;
- la chaise longue: estilizado diseño de la época de Madame Pompadour (siglo XVIII) actualmente en boga, cuya única desventaja radica en que tiene capacidad para una sola persona;
- la cama común con estructura de madera, que soporta un colchón.
Volviendo al espacio que queda debajo de la cama, podemos optimizarlo utilizando cajas, que podemos comprar ya forradas en tonos interesantes y con buenas terminaciones. Una segunda alternativa es hacer cajones de madera o fibrofácil con rueditas a medida con la ayuda de un carpintero. Estos cajones, además de ser útiles, permiten agregar diseño a la cama, gracias a las variedades del color, las texturas, los herrajes, etcétera.
Cajones en voladizo |
Una preocupación frecuente entre los dueños de un monoambiente es cómo separar o individualizar el espacio para dormir del resto del departamento. Existen diferentes técnicas y materiales que trataremos en el próximo artículo.
Arq. Viviana Rigabert
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